Hoy, Lingling estuvo haciendo travesuras y afectó lo que estaba haciendo. Ya llevaba mucho tiempo sin lograr avanzar, me sentía muy mal, y además ella no paraba de hacer ruido, así que mi estado era muy malo, estaba al límite… y la golpeé. Después me sentí cada vez más culpable. Normalmente les presto poca atención y rara vez noto los detalles de su vida. Tal vez no han recibido suficiente atención, por eso son tan traviesos. Quizás intentan atraer la atención de los adultos, que los observemos más y convivamos con ellos. Pensé en mi propia infancia: nunca recibí atención ni amor, y no aprendí a darlo, lo que me llevó a este hábito de prestar poca atención a mis hijos. No sé bien cómo cuidarlos ni amarlos. Este problema es muy profundo, así que necesito ordenar mis pensamientos. Me siento muy culpable. Quiero darles todo mi amor. Quiero ser un padre digno.